No sé hacerlo.

Los adultos tenemos un problema: el miedo al error, a ser juzgados, analizados y, sobretodo, el miedo al ridículo. En realidad, lo que no nos gusta es aprender sabiendo que en ese aprendizaje estamos siendo observados por los demás. 

Seguramente te has visto reflejado en algunos de los apartados anteriores a la hora de ponerte a cantar delante de personas, es por ello que me gustaría mostrarte una forma diferente para afrontar esta situación. 

Cuando somos cantantes amateur, vemos la música desde un punto de vista 100% emocional o sentimental, la usamos como herramienta para  transmitir nuestra propia emoción y ese es el primer error. Es verdad que la música y el canto los utilizamos para transmitir emociones, pero quieren transmitir mucho más. Quieren transmitir un arte, una idea, quieren comunicar, interpretar y expresar. Nosotros somos los canales por lo que la música viaja. 

Piensa que tú tienes tu forma de hablar, tu forma de comunicarte con las personas, tienes tu manera de hablar y además, tienes tu acento o idioma dependiendo de la región en la que estés. 

Cantamos sin conocer el instrumento que utilizamos. No se ve a un piloto de fórmula 1 correr una carrera sin conocer su monoplaza y sólo pensando en la adrenalina que le da ir a 300 kilómetros por hora.

Te animo a que conozcas todas las posibilidades que tiene tu instrumento, lo bonito que es, que sepas como funciona su interior, de qué está compuesto, qué es lo que influye físicamente a la hora de cantar y todo lo que ello conlleva. No te centres solamente en una emoción, tienes que aprender a complementar, equilibrar, diferenciar y así te darás cuenta que puedes transmitir e interpretar desde un punto de vista más amplio. 

Infórmate sobre tu instrumento. Puedes tener un timbre de voz bonito, pero necesitas ampliar esos conocimientos para sacarle al mayor rendimiento. 

Cuida tu instrumento porque hay cosas que no se pueden remplazar, no se pueden cambiar y te acompañarán toda la vida. 

Deja que alguien especializado te guíe en ese aprendizaje, un docente que te ayude en el camino, que haga que consigas los mejores resultados con menor esfuerzo y saques el máximo potencial de este maravilloso instrumento que es tu voz.

A modo de conclusión debes saber que un mayor conocimiento de tu instrumento y de cómo funciona físicamente te ayudará a vencer esa vergüenza que te bloquea y no te deja cantar. El conocimiento técnico y de la música, te lleva a tener un mayor resultado interpretativo, musical y, como no, emotivo.